España, tierra de conejos


Ocurre a veces este retorno de la muerte.

En tierra de conejos hay perros voraces, esperan ocultos en la madriguera.
Una vez el disparo, abre la veda, el conejo corre y muere del susto.
No muere por los dientes 
perforando la fibra de sus muslos
ni del bocado en la oreja enhiesta.

El conejo corre por estas praderas.
En la madriguera le espera la policía.
No puede volver a casa. 

El conejo no muere de la porra ni de la zancadilla.

Muere del miedo del ladrido, del miedo del tropiezo.

Hay pasquines en los comercios en quiebra,

dicen ‘todos somos negros. Somos Mame Mbaye’.

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