Aceitunas terapéuticas V
Te cocinaré
las grietas del sol
en un horno volcánico,
y antes de la erupción,
cerveza en tus labios
y aceitunas menos terapéuticas que todo estos poemas
en un tarro ansiolítico que parecía una luna, pero no,
y luego la merluza con cebolla dulce en sus pliegues incrustada
como mi lengua se incrustaba a tu herida
-también nos podrían haber cocinado a nosotros así, hurgándonos--
Pero mi dolor sangraba en el postre
cuando dos ojos eran digestivos,
y tus manos eran dos países independientes
y nuestros cuerpos el temblor de cielo estomacal de los astros,
y ahora que paladeas el sabor de la lava en aquellas noches,
ahora vuelve al poema y relámete,
llena tu boca de lágrimas y enjuágate los alaridos.